La historia de Abraham y Sarah
por Leanne Guenther
Había una vez un hombre llamado Abram. Un día Dios vino a hablar con Abram, y este le preguntó: "¿Quién se quedará con todas mis cosas cuando yo muera?".
Dios prometió a Abram y a su esposa Sarai que un día serían padres, a pesar de que eran mayores y no tenían hijos.
Dios no estaba seguro de que Abram hubiera entendido. Así que lo llevó afuera y dijo; "¿Ves todas las estrellas que hay en el cielo"? Cuando Abram levantó sus ojos, todo el cielo nocturno estaba lleno de estrellas, y eran tantas que nunca podría contarlas todas. Luego Dios dijo; "así mismo tendrás muchos hijos".
Algunos años más tarde cuando Abram tenía noventa años (era mayor que tus abuelos) el Señor decidió cambiar el nombre de Abram por Abraham, que significa "padre de muchos pueblos." Y también cambió el nombre de Sarai por Sarah.
Dios les dijo nuevamente que serían padres y que tendrían un hijo. ¡Esta vez Abraham rió tan fuerte que cayó sobre su rostro! Era difícil de creer que él y Sarah tendrían un hijo a su avanzada edad.