Actividades de la Biblia de DLTK para niños
La historia del buen samaritano
por Sharla Guenther
Esta es una de las últimas parábolas de las que hablaremos. Hay muchas otras parábolas en la Biblia, así que si quieres escuchar más, pídeles a tus padres que te las lean.
Esta siguiente parábola comenzó con un hombre que le hizo una pregunta a Jesús. Este hombre era muy inteligente y tal vez estaba tratando de engañar a Jesús, para ver si era un buen maestro o no. Esto es lo que preguntó: "Maestro, ¿Qué debo hacer para ir al cielo y tener vida eterna?"
Jesús contestó: "¿Qué está escrito en la Biblia? ¿Qué piensas tú?" El hombre contestó: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y ama a tu prójimo como a ti mismo".
"¡Así es!" dijo Jesús. "Haz esto y vivirás por siempre en el cielo". Pero el hombre quería saber más, así que preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?"
Jesús decidió contestar esta pregunta con una parábola para que todo el que estuviera escuchando entendiera. Jesús dijo: Había una vez un judío que iba por un camino. Venía de Jerusalén, e iba hacia Jericó, lo que le tomaría un día o dos caminando.
El camino era rocoso y había pequeñas colinas alrededor. El hombre estaba canturreando y disfrutando del hermoso día, cuando de repente un grupo de hombres salió por detrás de una colina. Los hombres se llevaron todas sus pertenencias y le arrancaron la mayoría de sus ropas. No querían que él los siguiera, así que lo golpearon y lo dejaron tendido y sangrando al lado del camino.
Unos minutos más tarde, un sacerdote caminaba por el mismo sitio y notó al hombre tendido en el suelo. ¿Sabes qué hizo? Pensarías que corrió a ayudar al hombre. En lugar de eso, cruzó y caminó por la otra orilla, actuando como si no hubiera visto al hombre.
Aproximadamente una hora más tarde, otro hombre, un levita, caminaba por el mismo lugar. Los levitas eran personas que ayudaban a los sacerdotes en su trabajo. Probablemente ayudaría al hombre. Pero ¿sabes que hizo? Caminó más despacio, acercándose un poco al hombre, pero luego siguió caminando sin ayudarlo.
Tal vez estés pensando que el hombre tendido al lado del camino podría verse como si estuviera descansando o algo así, y por eso el sacerdote y el levita no se detuvieron a ayudarlo. El problema es, era fácil darse cuenta de que estaba mal herido. El hombre estaba sangrando, le habían arrancado la mayoría de sus ropas, tenía moretones y casi ni respiraba.
Solo unos minutos después, otro hombre pasó caminando. Era un samaritano. Algo que debes saber de los samaritanos es que no les agradaban a los judíos. Los judíos usualmente no trataban a los samaritanos muy bien, así que nunca se llevaban bien. El hombre que estaba muriendo al lado del camino era un judío. Así que, ¿Qué crees que hizo el samaritano? Creerías que pasó por su lado y que tal vez hasta se burló del hombre.
Pero
tan pronto como vio al hombre, fue donde estaba y sintió compasión por
él. Le pudo vendajes en sus heridas y vertió aceite y vino (que
eran muy costosos) en las heridas para evitar que empeoraran.
Luego levantó al hombre y lo puso en su propio asno, y lo llevó a un
hotel para cuidarlo.
Al día siguiente el samaritano sacó suficiente dinero para que el hombre pudiera quedarse en el hotel hasta que estuviera lo suficientemente bien como para irse. Pagó al hombre de la recepción y le pidió que cuidara del hombre. Si este no se mejoraba en dos meses, el samaritano regresaría y pagaría por cualquier costo adicional.
Después de que Jesús terminó de contar la historia, preguntó: "¿Cuál de los tres hombres crees que era el prójimo del hombre que había sido golpeado y abandonado al lado del camino?"
El hombre que había hecho la pregunta al principio contestó: "El que tuvo compasión y lo ayudó". Jesús le dijo: "Ve y haz tu lo mismo".