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Actividades de la Biblia de DLTK para niños
El sembrador y la semilla

por Sharla Guenther

Jesús generalmente hablaba en parábolas mientras estaba con sus discípulos e iba enseñando a las multitudes que llegaban a escucharlo. Una parábola no es una historia real, es una historia que Jesús inventó para enseñar una lección.

¿Has oído alguna vez la historia de Ricitos de Oro  y los Tres Osos? ¿Y la de los Tres Cerditos?  Estas historias son fáciles de recordar, igual que las parábolas.  Jesús las usaba para que la gente las recordara.

La diferencia entre las historias para niños y las parábolas es que las primeras son muy fantasiosas; ni los osos ni los cerdos hablan ni viven en casas. Pero mientras que las historias que contaba Jesús no eran reales, hablaban de cosas de la vida real. Eran historias para adultos  y no tenían  caricaturas ni personajes de fantasía.

Aunque eres joven también puedes aprender estas historias. Ellas nos muestran cómo actuar con los demás, como complacer a Dios, y nos enseñan cosas sobre como es el cielo y cómo podemos vivir allí algún día.

Después de que Jesús contaba una parábola explicaba lo que esta significaba, pero solo las contaba a quienes eran sus amigos reales, quienes querían conocerlo mejor.

Un ejemplo de una parábola larga es la que habla del granjero, y dice algo así como: 

Jesús había salido, y se sentó a solas cerca del lago. Pronto las multitudes se reunieron a su alrededor, entonces subió a una barca que estaba cerca de la orilla y la gente se quedó en tierra para oírlo y entonces comenzó a hablarles en parábolas:

Un granjero salió a sembrar su huerta. Mientras lanzaba la semilla en el suelo, algunas cayeron en el camino cercano y los pájaros llegaron y se las comieron.

El sembrador y la semillaLas siguientes semillas cayeron cerca de unas rocas que el granjero tenia apiladas.  No había mucha tierra alrededor de las rocas así que las semillas comenzaron a germinar y a crecer al día siguiente.  Cuando las semillas no están sembradas en la tierra no desarrollan raíces que les ayuden a mantenerse fuertes y húmedas para crecer apropiadamente.

Asi que en la tarde, cuando el sol era muy fuerte, las pequeñas plantas que habian comenzado a crecer entre las rocas se marchitaron y murieron porque no tenian raices en la tierra.

A medida que el granjero continuaba lanzando las semillas en la tierra, algunas cayeron entre la maleza y los espinos que no había arrancado. Los espinos crecieron más rápido y más alto que las semillas, así que estas no recibieron suficiente sol y se ahogaron.

Finalmente, algunas semillas cayeron en tierra buena que el granjero había trabajado, haciendo agujeros y se convirtieron en plantas que produjeron muchos vegetales.

Después de que Jesús contó la parábola los discípulos le preguntaron lo que significaba.  Él sabía que lo escucharían con cuidado y que querían conocerlo mejor, así que les explicó el significado. Es más o menos el siguiente:

Es igual que cuando escuchas a tu profesor de la escuela dominical, a tus padres o al pastor. Ellos tratan de contarte más acerca de Dios y de cómo llegar al cielo algún día. Cuando te hablan de estas cosas es como si sembraran una semilla en tu mente.  La semilla es una historia sobre Jesús y a medida que aprendes más, la semilla crece y eventualmente sabrás mucho sobre Dios y podrás contarles a otros sobre El.

Si los oyes hablando de Jesús pero no entiendes, debes hacer preguntas. Si no preguntas olvidarás lo que aprendiste y será como las semillas que cayeron en el camino y que los pájaros comieron. Olvidarás y la semilla desaparecerá de tu mente y no crecerá.

Algunas veces aprenderás algo sobre Dios y estarás emocionado, pero no aprenderás más. Te será de ayuda leer historias de la Biblia, orar e ir a la iglesia si puedes.  Si no haces ninguna de estas cosas no tendrás una buena amistad con Dios.

Así que si no aprendes más sobre Dios, la semilla en tu mente no crecerá y será como la semilla que cayó en las rocas, que creció solo por un corto tiempo y luego murió.

La siguiente semilla es la que se ahogó por los espinos. Esto puede pasar cuando oyes una lección sobre Dios y luego comienzas a preocuparte por todo tipo de cosas. Puede ser que te preocupes por tus padres, tus amigos, o por tener las cosas más geniales. Al preocuparte ahogarás la semilla imaginaria en tu mente.  ¡Ora a Dios en lugar de preocuparte!

La última semilla es la mejor, porque cayó en tierra buena. Si aprendes de lo que oyes en la escuela dominical y en la iglesia, la semilla en tu mente crecerá y podrás contarles a otros sobre lo grandioso que es Dios y El será un buen amigo. En lugar de sembrar una huerta estarás ayudando a otros a conocer a Dios, haciendo que el cielo crezca al tener más personas viviendo allí.

 

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