En el verano los paquetes verdes de clorofila están muy, muy ocupados.  Los paquetes verdes en las hojas atrapan la luz del sol y, usándola para energía, convierten el agua de la tierra y un gas especial del aire ("dióxido de carbono") en azúcar ("glucosa").

Este azúcar es el alimento para el árbol.

Durante todo el verano la clorofila verde produce alimento para los árboles.  Debido a que la clorofila verde esta tan ocupada, el color verde cubre todos los otros colores en los paquetes.