“No
parece justo que se haya cambiado de bandos cada vez que quiso”, graznó el
cuervo.
“No es justo para nada”, gruñó el oso, “el murciélago tiene
alas pero no se quedó con los pájaros”.
“y tiene dientes pero no
siempre ayudó a los mamíferos”, agregó el cuervo.
Todos los animales
asintieron y miraron al murciélago diciendo “como no pudiste escoger a tus
amigos durante la guerra, no los tendrás durante la paz. De ahora en
adelante solo volarás de noche cuando todos los demás están durmiendo.
No tendrás amigos entre los mamíferos ni entre los pájaros”.
Y esa es la razón por la que el murciélago no tiene amigos.
(La
moraleja de la fábula es: Escoge a tus amigos con cuidado y permanece
fiel a ellos).