Historias de la Biblia de DLTK para niños
Jesús ora
por Sharla Guenther
Después de cantar una canción en la cena de la Pascua Judía, Jesús y sus discípulos fueron a un jardín llamado Getsemaní. Ya estaba un poco tarde en la noche, así que todos estaban susurrando.
Jesús estaba especialmente callado, y se adelantó un poco al resto del grupo. Parecía como si estuviera triste o molesto por algo. Se detuvo y susurró a algunos de los discípulos: "Siéntense aquí mientras oro."
Luego caminó un poco más con Pedro, Santiago y Juan y les dijo: "Siento un gran peso en el corazón, y mucha tristeza. Por favor quédense aquí vigilantes, necesito compañía cerca." Los discípulos se miraron unos a otros, pues nunca antes habían visto a Jesús así.
Luego Jesús caminó un poco más solo, y se arrodilló cerca de un árbol grande, puso su rostro en tierra y comenzó a hablar con Dios. Así oró: "Padre, sé que estoy a punto de pasar por cosas horribles, y desearía no tener que hacerlo. Pero no importa lo que yo quiero, haré lo que tú quieres."
Cuando había terminado de orar regresó a donde estaban los discípulos y estos se habían dormido en el suelo. Jesús los despertó y les dijo: "No pudieron quedarse despiertos por mi solo por un rato, también deberían orar para continuar haciendo lo que Dios quiere."
Los discípulos se sintieron mal, y trataron de mantener los ojos abiertos, pero cuando comenzaron a orar, se quedaron dormidos. Y dos veces más, Jesús se retiró a orar de la misma manera que antes, y cuando terminó regresó donde sus amigos sintiéndose decepcionado, pues estos se habían dormido nuevamente.
La tercera vez, Jesús los despertó diciendo: "¿están durmiendo nuevamente? ¡Ya fue suficiente! Es hora de irnos, ya viene el hombre que está a punto de entregarme a la gente que quiere lastimarme."
Mientras aún estaba hablando, Judas, uno de los discípulos de Jesús, se acercaba hacia ellos. Lo seguía una multitud de gente que cargaba espadas y garrotes. Judas caminó hasta Jesús y le dio un beso en la mejilla. Esta era una señal para que los sumos sacerdotes supieran que este era Jesús, y que este era el hombre al que querían arrestar.
Jesús dejó que se lo llevaran. Pero a uno de los discípulos de Jesús no le gustó lo que estaba pasando, y quería defender a Jesús. Entonces tomó su espada y le cortó la oreja a uno de los sumos sacerdotes.
Inmediatamente, y antes de que la situación se saliera de las manos, Jesús habló con firmeza, "¡Ya basta!" Y tocó al hombre al que le habían cortado la oreja, y este se curó instantáneamente.
Entonces Jesús habló a quienes estaban a su alrededor: "Si quisiera, podría orar a mi Padre para pedir su ayuda, y Él enviaría ángeles para protegerme, y detendría esto. Pero sé que esto debe suceder para que se cumpla lo que está escrito en la Biblia."
Los discípulos no sabían qué hacer. Temían que pudieran arrestarlos por estar con Jesús, así que se fueron rápidamente, dejándolo solo para que lo arrestaran. Pedro fue el único discípulo que siguió a Jesús. Tuvo cuidado de seguirlo manteniendo la distancia, porque tenía miedo. El quería ver lo que iba a pasarle.
Llevaron a Jesús donde un hombre llamado Caifás, quien era el sumo sacerdote (quien tomaba muchas decisiones). Allí es donde todas las otras personas “importantes” se habían reunido. Estaban tratando de encontrar una razón para arrestar a Jesús, pero Él nunca había hecho nada malo. La gente trataba de inventarse cosas malas, pero sabían que no eran verdad.
Finalmente Caifás le preguntó a Jesús: "¿Eres el Mesías, el Hijo de Dios?" Cuando Jesús contestó que ÉL era el Hijo de Dios, Caifás no podía creerlo. Y hasta se rasgó parte de sus vestiduras porque pensó que lo que Jesús estaba diciendo no era verdad. Estas personas no le creían a Jesús, y allí fue cuando decidieron que lo matarían.
Mientras tanto, Pedro estaba afuera del lugar donde habían llevado a Jesús. Una sirviente vio a Pedro, lo reconoció y le preguntó: "¿acaso no estabas con ese hombre de nombre Jesús?" Pero Pedro mintió y dijo: "No sabes de lo que estás hablando."
Pedro comenzó a alejarse, pero la mujer habló más fuerte para que quienes estaban alrededor pudieran escucharla: "Estoy segura de que eres uno de los hombres que son amigos de Jesús." De nuevo, Pedro dijo: "No, no sé de lo que estás hablando."
Después de un rato, mas personas le preguntaron lo mismo a Pedro, y él se comenzó a molestar por esto, y dijo en voz alta: "No conozco al hombre del que están hablando, nunca he hablado con él."
Tan pronto Pedro dijo esto, un gallo cantó, y recordó algo que Jesús le había dicho: "Antes de que el gallo cante, me habrás negado tres veces." Cuando Pedro recordó esto se puso muy triste. Pedro era uno de los amigos más cercanos de Jesús, y ahora había mentido diciendo que no lo conocía.
Y entonces comenzó a llorar. Cómo pudo haberle hecho esto a Jesús.
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