[in English]

Historias de la Biblia de DLTK para niños
Sansón y Dalila

por Sharla Guenther

La historia de Sansón comienza porque los israelitas nuevamente estaban metiéndose en problemas con Dios. Al parecer les costaba mucho portarse bien. Aun después de que Dios los salvó de los Egipcios, los ayudó a cruzar el Mar Rojo y envió milagrosamente maná del cielo para alimentarlos, ellos seguían quejándose.  Ellos comenzaron a adorar a otro dios aun cuando Moisés fue a recibir los diez mandamientos.

Así que, cuando comenzaron a portarse mal nuevamente, Dios decidió que debía hacerse algo y, para castigarlos, puso a los filisteos a cargo de ellos por cuarenta años.

Aquí es donde entra Sansón en la historia, pues ayudó a liberar a los israelitas de los filisteos.  Aunque la mamá de Sansón no podía tener hijos, un ángel del Señor vino y le dijo:

"No puedes tener hijos ahora, pero Dios te va a dar uno.  No bebas vino ni comas ningún animal impuro. Tendrás un hijo muy especial.  No debe cortarse el cabello, comer uvas frescas ni pasas, beber vino ni tocar muertos, y lo más importante, su propósito será salvar a los israelitas de los filisteos."

Este hijo especial era Sansón. Mientras crecía se dio cuenta de que tenía un don especial, pues era increíblemente fuerte. Con el tiempo pudo matar leones con sus manos y defenderse de 1.000 filisteos.

Supongo que se puede decir que a Sansón no le agradaban los filisteos y que a ellos tampoco les agradaba él.  Los filisteos estaban constantemente tratando de averiguar cuál era el secreto de la fortaleza de Sansón, ya que si podían averiguarlo podrían deshacerse de él, después de todo, Sansón había matado a muchos de ellos.

Cuando Sansón se convirtió en un joven, le comenzaron a gustar las muchachas. Había una en especial que se llamaba Dalila. Los gobernantes de Filistea se dieron cuenta de que Sansón llegaba a visitar a Dalila muy frecuentemente, así que decidieron hablar con ella y proponerle algo.

Dalila regresaba a casa después de una caminata, y pensaba en cuando seria la próxima vez que vería a Sansón, cuando algunos de los gobernantes de Filistea se le acercaron.

Uno de los hombres le preguntó: "Nos preguntábamos si puedes averiguar lo que hace que Sansón sea tan fuerte. Tenemos mucha curiosidad, y si lo averiguas nos gustaría darte 5.500 de piezas de plata."   Esto era como $5.000 dólares, lo que era mucho dinero en esos días.  Imagina que tus padres te dieran $100 dólares para comprar dulces ¡el dinero que le ofrecieron a Dalila parecía tanto como eso!

Dalila estaba a punto de decir no, cuando de repente comenzó a pensar en todas las cosas fabulosas que podría comprar con todo ese dinero. No se había tomado mucho tiempo para pensar cuando dijo: "¡lo haré!"
Entonces fue a casa y comenzó a pensar en cómo averiguar el secreto de Sansón.  Pensó que tal vez podía cocinarle su cena favorita y preguntarle.  Después de todo él la amaba, y tal vez sería más fácil de lo que pensaba.

Entonces comenzó a preparar una comida deliciosa y esperó a que llegara Sansón. Cuando se sentaron a cenar, Dalila le preguntó cómo le había ido ese día y después de unos minutos decidió preguntarle: "Sansón ¿podrías por favor contarme el secreto de tu gran fortaleza? Tengo mucha curiosidad y quiero saber cómo es que si tus enemigos te atan, tú te puedes liberar tan fácilmente."

Sansón le contestó: "si alguien me ata con siete cuerdas (de las que se usan con arcos y flechas) que no han sido secadas, seré tan débil como cualquier otro hombre."

Así que más tarde esa noche después de la cena Dalila dijo que se iba a caminar y se encontró con los gobernantes de Filistea y les dijo lo que había dicho Sansón.  Ellos inmediatamente fueron y reunieron siete cuerdas para darle a Dalila y le dijeron: "Queremos que ates a Sansón cuando esté dormido. Déjanos entrar a tu casa cuando no haya moros en la costa y cuando lo despiertes queremos estar ahí para capturarlo."

Así que Dalila hizo lo que los hombres le pidieron.  Era un poco difícil porque pasó un tiempo antes de que Sansón se durmiera, pero cuando ya estaba roncando, ella comenzó a atarlo. Cuando terminó llegaron los hombres y se escondieron, y entonces Dalila gritó: "Sansón ¡los filisteos están aquí!"  Pero  Sansón rompió las cuerdas sin ninguna dificultad, como si nada atara sus manos.

Bueno…Dalila se sintió muy ridícula y se sentía mal porque Sansón no le revelaba el secreto de su fuerza (que curioso que se sintiera mal cuando era ella la que estaba tratando de tenderle una trampa a Sansón).  Entonces pensó que los filisteos no iban a creer que ella podía averiguar el secreto y que no le darían el dinero.

Entonces puso su cara triste y miró a Sansón y le dijo: "me hiciste quedar mal, Sansón, me mentiste. Ahora sí dime la verdad y cuéntame como se te puede atar."

Sansón le dijo: "Si alguien me ata con sogas nuevas que nunca han sido usadas, me volveré tan débil como cualquier otro hombre."  Así que Dalila hizo lo que había hecho antes y lo ató con sogas nuevas y mejoradas.

Y de nuevo gritó: "Sansón, ¡los filisteos están aquí!"  Pero Sansón nuevamente rompió las sogas sin ninguna dificultad, como si nada lo atara.

Dalila se estaba enojando pero no quería que Sansón lo notara y más bien quería hacerle creer que estaba triste porque él le había mentido.  Así que puso la cara más triste que podía (y hasta trató de llorar un poco) y le dijo: "Oh, Sansón, ¿cómo pudiste mentirme de nuevo (snif, snif)?  Dime por favor como se te puede atar."

Aun cuando Dalila parecía estar triste, Sansón le dijo otra mentira y nuevamente ella quedó en ridículo.  Dalila finalmente le dijo a Sansón: "¿cómo puedes decirme que me amas, cuando no me confías tus pensamientos y secretos?"

Pero Sansón solo decidió ignorarla de la mejor manera posible.  El único problema era que Dalila no dejaba de preguntar. Preguntaba en la mañana mientras desayunaban, cuando salían a caminar, cuando almorzaban, cuando cenaban, antes de dormir, preguntaba todo el día y Sansón ya no podía soportarlo.

Finalmente Sansón dijo: "¡ya fue suficiente!  Te diré todo ¡pero déjame en paz!  Nunca me he cortado el cabello. Tuve que hacer algunas promesas cuando nací y recibí este don de Dios. Si afeitara mi cabeza me volvería tan débil como cualquier otro hombre."

Dalila se dio cuenta de que esto era verdad, así que les pidió a los filisteos que le dieran otra oportunidad.  Vinieron como lo habían hecho todas las otras veces, pero esta vez trajeron el dinero para ella.

Sansón se quedó dormido en el regazo de Dalila, entonces ella le pidió a alguien más que le afeitara la cabeza a él.  Mientras lo hacían, el cuerpo de Sansón se debilitaba.  Cuando terminaron, Dalila gritó: "Sansón ¡vienen los filisteos!"

Cuando despertó no se había dado cuenta de que su don de Dios lo había dejado y los filisteos lo atraparon. Esta vez Sansón no pudo hacer nada para pelear con ellos.

Los filisteos habían capturado a Sansón pero su cabello comenzó a crecer nuevamente.  Dios aún tenía planes para él. Finalmente Sansón recuperó su fuerza antes de que lo mataran. Lo ataron a dos columnas grandes que sostenían un templo y él pudo liberarse, pero cuando lo hizo, el templo le cayó encima a él y a un grupo de filisteos.

Así fue como Dios libero a los israelitas de los filisteos.

Sansón terminó rompiendo todas sus promesas. No se tomaba en serio las reglas que Dios le había dado. Dios aun lo usó para derrotar a los filisteos pero hubiera podido hacer mucho más si hubiera obedecido.

Dios nos hizo a todos por una razón. El los hizo a cada uno de ustedes exactamente como quería, y recuerda que Dios no comete errores. Tienes la familia que tienes porque es con ellos con quienes Él quería que estuvieras.  Vives donde vives porque ahí es donde Dios te puso. Tal vez tu vida no sea perfecta pero él quiere que aprendas  y crezcas con lo que tienes.

 

Versión imprimible de esta historia