Actividades de cuentos de hadas de DLTK
La historia de Blanca Nieves y los siete enanitos

Versión del cuento de hadas de los hermanos Grimm– lenguaje modernizado un poco por Leanne Guenther
 

La historia de Blanca Nieves y los siete enanitosHabía una vez, hace mucho tiempo que un rey y una reina gobernaban una tierra lejana.  La reina era amable y encantadora y toda la gente del reino la adoraba.  La única tristeza en la vida de la reina era que deseaba tener un hijo pero no tenía ninguno.

Un día de invierno, la reina estaba bordando mientras miraba por su ventana de ébano la nieve recién caída.  Un pájaro voló hacia la ventana sorprendiendo a la reina, haciendo que se pinchara el dedo.  Una sola gota de sangre cayó en la nieve afuera de su ventana.  Mientras miraba la sangre en la nieve pensó,  "Oh, como me gustaría tener una hija que tenga la piel blanca como la nieve, labios tan rojos como la sangre y cabello tan negro como el ébano".

Muy pronto la reina obtuvo su deseo cuando dio a luz a una niña que tenía la piel tan blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello tan negro como el ébano.  Llamaron a la princesa Blanca Nieves, pero tristemente la reina murió después de darla a luz.

Poco tiempo después, el rey se casó con una nueva mujer que era hermosa, pero también arrogante y cruel.  Había estudiado magia negra y tenía un espejo mágico, al cual le preguntaba diariamente,

Espejito, espejito, ¿Quién es la más linda de todas?

Cada vez que hacía esta pregunta, el espejo daba la misma respuesta, "Tú, oh, reina, eres la más linda de todas".  Esto complacía mucho a la reina ya que sabía que su espejo mágico solo podía decir la verdad.

Una mañana cuando la reina preguntó, "Espejito, espejito, ¿Quién es la más linda de todas?" se horrorizó cuando este le respondió:

Tú, mi reina, eres hermosa; es verdad.
Pero Blanca Nieves es aun más hermosa que tú.

La reina entró en un ataque de ira y ordenó a su cazador que llevara a Blanca Nieves al bosque y la matara.  Le exigió al cazador que regresara con el corazón de Blanca Nieves como prueba.

El pobre cazador llevó a Blanca Nieves al bosque, pero no pudo matar a la muchacha.  En lugar de eso, la dejó ir y le trajo a la reina el corazón de un jabalí.

Blanca Nieves ahora estaba sola en el gran bosque y no sabía qué hacer.  Los árboles parecían susurrar unos a otros asustando a Blanca Nieves, quien se echó a correr. Corrió sobre piedras afiladas y a través de espinas.  Corrió tan lejos como la llevaron sus pies y cuando estaba cayendo la noche vio una pequeña casa y entró en ella para descansar.

Dentro de la casa todo era pequeño pero ordenado.  Había una pequeña mesa con un mantel blanco bien cuidado y siete pequeños platos.  Había siete pequeñas camas contra la pared, todas en fila y cubiertas con colchas.

Como estaba tan hambrienta, Blanca Nieves comió algunas verduras y un poco de pan de cada pequeño plato y de cada taza bebió un poco de leche.  Luego, como estaba tan cansada, se recostó en una de las pequeñas camas y pronto se quedó dormida.

Después del anochecer, los dueños de la casa regresaron.  Eran los siete enanitos que buscaban oro en las montañas.  Tan pronto llegaron a la casa, vieron que alguien había estado allí – ya que no todo estaba en el mismo orden el que lo habían dejado.

El primero dijo, "¿Quién se ha estado sentando en mi asiento?"
El segundo, "¿Quién ha estado comiendo de mi plato?"
El tercero, "¿Quién se ha estado comiendo mi pan?"
El cuarto, "¿Quién se ha estado comiendo mis verduras?"
El quinto, "¿Quién ha estado comiendo con mi tenedor?"
El sexto, "¿Quién ha estado bebiendo de mi taza?"

Pero el séptimo, mirando su cama, encontró a Blanca Nieves dormida allí.  Los siete enanitos llegaron corriendo mientras gritaban sorprendidos.  Trajeron sus siete velas y la luz alumbró a Blanca Nieves.

"¡Oh, cielos! " gritaron. "¡Esta niña es hermosa!"

Estaban tan felices que no la despertaron, sino que la dejaron seguir durmiendo en la cama.  La mañana siguiente Blanca Nieves se despertó y cuando vio a los siete enanitos se asustó.  Pero ellos fueron amables y le preguntaron, "¿Cuál es tu nombre?"

"Mi nombre es Blanca Nieves," respondió.

"¿Cómo encontraste nuestra casa?" preguntaron los enanitos.

Entonces ella les contó que su madrastra había tratado de matarla, que el cazador le había perdonado la vida y que había corrido todo el día a través del bosque, encontrando finalmente su casa.

Los enanitos hablaron entre ellos por un rato y luego dijeron, "Si organizas nuestra casa y cocinas, tiendes las camas, lavas, coses y tejes y mantienes todo limpio y ordenado, entonces te puedes quedar con nosotros y tendrás todo lo que quieras".

"Sí," dijo Blanca Nieves, "con todo mi corazon".  Blanca Nieves disfrutaba mucho manteniendo la casa ordenada.

Así que Blanca Nieves vivió feliz con los enanitos.  Cada mañana ellos se iban a las montañas a buscar oro, y en la tarde cuando regresaban a casa Blanca Nieves tenía su comida lista y su casa ordenada.  Durante el día la muchacha estaba sola, excepto por los pequeños animales del bosque con los que jugaba con frecuencia.

Ahora la reina, pensando que se había comido el corazón de Blanca Nieves, solo podía pensar que era nuevamente la mujer numero uno y la más hermosa de todas.  Se paró frente a su espejo y dijo:

Espejito, espejito,
¿Quién es la más hermosa de todas?

El espejo respondió:

Tú, mi reina, eres hermosa; es verdad.
Pero Blanca Nieves, tras las montañas
Con los siete enanitos,
Es aún mil veces más hermosa que tú.

Esto sorprendió a la reina, porque sabía que el espejo no mentía y comprendió que el cazador la había engañado y que Blanca Nieves aun estaba viva.  Luego pensó y volvió a pensar como podía deshacerse por si misma de Blanca Nieves – su envidia no la dejaría en paz hasta que no fuera la mujer más hermosa en todo el reino.

Finalmente pensó en algo.  Fue a su habitación más secreta – nadie más podía entrar – y preparó una manzana envenenada.  Por fuera era hermosa y cualquiera que la viera la querría.  Pero cualquiera que comiera un poco moriría.  Maquilló su cara y se disfrazó como una viejecita vendedora, para que nadie la reconociera, viajó a la casa de los siete enanitos y tocó a su puerta.

Blanca Nieves sacó la cabeza por la ventana y dijo, "no debo dejar entrar a nadie; los siete enanitos me lo han prohibido".

"Está bien", contesto la vendedora.  "Puedo deshacerme de mis manzanas fácilmente.  Toma, te daré una".

"No," dijo Blanca Nieves, "no puedo aceptar nada de extraños".

"¿Tienes miedo al veneno?" preguntó la viejecita. "Mira, cortaré la manzana en dos.  Tú te comes media y yo me comeré la otra media manzana".

Había hecho la manzana tan artísticamente que solo la mitad estaba envenenada.  Blanca Nieves quería la hermosa manzana, y cuando vio que la vendedora estaba comiendo parte de ella no se pudo resistir más y sacó la mano y tomó la mitad envenenada.  Tan pronto mordió la manzana cayó al suelo muerta.

La reina fijó su mirada malvada en ella, rió a carcajadas y dijo, "¡blanca como la nieve, roja como la sangre, negra como la madera de ébano!  Los enanitos nunca te despertarán".

Cuando regresó a casa peguntó a su espejo:

Espejito, espejito,
¿Quién es la más hermosa de todas?

El espejo finalmente contestó:

Tú, mi reina, eres la más hermosa de todas.

Entonces su corazón cruel y envidioso descansó, tanto como puede descansar un corazón cruel y envidioso.

Cuando los enanitos llegaron a la casa esa tarde encontraron a Blanca Nieves tirada en el suelo.  No respiraba.  Estaba muerta.  La levantaron y la miraron con nostalgia.  Le hablaron, la sacudieron y lloraron sobre ella.  Pero nada de esto ayudó.  La querida niña estaba muerta y permaneció muerta.  La acostaron en una cama de paja y todos los siete se sentaron junto a ella, le hicieron duelo y lloraron su muerte durante tres días.  Iban a enterrarla, pero aun se veía tan radiante como una persona viva y aun tenía sus hermosas mejillas rojas.

Dijeron, "no podemos enterrarla en la tierra negra" y mandaron hacer un féretro de vidrio transparente, para que pudiera verse desde todos los lados.  La pusieron adentro y escribieron su nombre con letras doradas, diciendo además que era una princesa.  Luego pusieron el féretro afuera en una montaña y uno de ellos siempre se quedaba con él y la cuidaba.  Los animales también vinieron e hicieron el duelo por Blanca Nieves, primero un búho, luego un cuervo y por ultimo una paloma.

Y sucedió que un príncipe se internó en este bosque y se detuvo en la casa de los siete enanitos, donde buscaba alojamiento por esa noche.  Vio el féretro en la montaña con la hermosa Blanca Nieves, y leyó lo que estaba escrito con letras doradas.

Luego dijo a los enanitos, "permítanme quedarme con el féretro.  Les daré lo que quieran por él".

Pero los enanitos contestaron, "no lo venderíamos ni por todo el oro del mundo".

Luego el príncipe dijo, "entonces me lo pueden dar, ya que no puedo vivir sin ver a Blanca Nieves.  La honraré y la respetaré como el ser más preciado".

Como habló de esta forma, los buenos enanitos sintieron compasión por él y le dieron el féretro.  El príncipe les pidió a sus sirvientes que lo cargaran sobre sus hombros.  Pero entonces sucedió que uno de ellos tropezó en la maleza y esto sacó de la garganta de Blanca Nieves el pedazo de manzana envenenada que había mordido.  Al poco tiempo ella abrió los ojos, levantó la tapa de su féretro, se sentó y volvió a la vida.

"¿Cielos, donde estoy?" gritó.

El príncipe dijo alegremente, "estás conmigo".  Le explicó lo que ocurrió y luego dijo, "te amo más que cualquier otra cosa en el mundo.  Ven conmigo al castillo de mi padre.  Te convertirás en mi esposa".  Blanca Nieves lo amaba y se fue con él.  Su boda se planeó con gran esplendor y majestuosidad.

La malvada madrastra de Blanca Nieves estaba invitada al banquete y después de arreglarse usando sus más lindas ropas, se paró frente a su espejo y dijo:

Espejito, espejito,
¿Quién es la más hermosa de este reino?

El espejo contestó:

Tú, mi reina, eres hermosa; es verdad.
Pero la joven reina es mil veces más hermosa que tú.

Sin saber que esta nueva reina era en realidad su hijastra, llegó a la boda con su corazón aterrorizado y cuando comprendió la verdad, la malvada reina fue desterrada para siempre del reino y el príncipe y Blanca Nieves vivieron felices para siempre.

 

Versión imprimible de estas instrucciones


 

Plantillas:

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