Cuando se aproximaba al suelo, Jack gritó, "¡Madre! ¡Por favor! Apresúrate, tráeme un hacha, tráeme un hacha." Y su madre salió de la casa corriendo con el hacha
de Jack
de cortar madera en su mano, pero cuando llegó a la enorme planta de frijol se quedó paralizada del miedo.
Jack bajó de un salto, tomó el hacha y comenzó a cortar la planta de fríjol. Por fortuna, y debido a todas las tareas que había realizado durante años, se había vuelto bastante bueno en cortar y no le tomó mucho tiempo cortar lo suficiente de la planta de frijol para que esta comenzara a tambalear. El gigante sintió como se sacudía y temblaba la planta de frijol así que se detuvo a ver qué era lo que sucedía. Luego Jack dio un último golpe con el hacha, y la planta de fríjol comenzó a venirse abajo. Luego el gigante cayó y se rompió la coronilla, y la planta de fríjol se derrumbó encima.